Después de que este fin de semana se acabara y invariabilidad del
lunes regresará a la vida, soy todo oídos a los comentarios de las personas más
cercanas a mí, son esos los comentarios que vuelven fluorescentes las tardes
grises, y es inevitable que no lleguen las preguntas exigiendo mi opinión
acerca del Breakfest.
Mi principal excusa para ir fue obviamente la ropa, pero existían
otras razones más sigilosas y personales, como ir a observar el simple suceder
de las personas o el abrirme a un artista que nunca en mi vida había escuchado,
no podría ser más esnobista, para darle una oportunidad y por qué no, la
bienvenida a mi playlist. Me armé con la ilusión de que no iba a pasar bueno
(porque detesto los tumultos) y con mis Doc Martens negras, y me fui al Parque
Norte. Y me llevé una sorpresa gigante.
Recordé una de las frases más clichés que he escuchado: “No espere
mucho, porque va a terminar decepcionado”. Y sorpresivamente, este evento fue
lo que necesitaba para destrozar este paradigma, y me demostró que uno sí puede
esperar mucho, y recibir aún mucho más.
Eventos como este, me dan muchísima esperanza. Me dan esperanza en
que, la gente es realmente genuina, y cuando me refiero a esa genuinidad, es a
que se muestran como realmente son; ni sus personalidades, ni sus cuerpos están
disfrazados. Pero sí hay un esfuerzo por la creación de una identidad que
sobresalga en la masa de personas, y he ahí la creación de estilos individuales
en Medellín. Me da espereza saber que estuve en las instalaciones del evento y
todo fue mágico, porque a ninguna persona se le ocurrió pelear. Me da esperanza
encontrar música que le de a uno tanto sentido. Me da esperanza saber que las
ideas plásticas se empiezan a abandonar. Y me da esperanza saber que entre un
bosque de desconocidos, hayan relaciones floreciendo por montones. Qué gay.
Después del Breakfest, confieso que quedé muy contento y con un
sentimiento muy profundo, como de serenidad. Y aún lo estoy. Y no por haber
tenido una de las mejores fiestas de mi vida, sino por el hecho de la energía.
Había muchísima energía. Pero una energía muy bonita, que lo coge a uno y no lo
suelta. Y esa energía viene de la gente, y eso es lo que me da mucha más esperanza.
Y decido hacer este paréntesis de post en el blog, porque quería compartirles
un poco de lo que estoy sintiendo, y quiero enviarles un poco también. Post-altamente-personal.
Ph. Imalealeale
0 comments:
Publicar un comentario